Si hay algo que hace único al Spar Girona, más allá del talento de sus jugadoras o de los logros alcanzados en la pista, es el apoyo incondicional de su afición. Esta conexión especial entre el equipo y el público convierte cada partido en Fontajau en una experiencia extraordinaria, donde la grada se transforma en un auténtico jugador más.
Uno de los momentos más emocionantes de esta temporada tuvo lugar en la eliminatoria contra el Campobasso, un duelo clave de la EuroCup. Aquella noche, el vínculo entre las jugadoras y la afición superó todas las expectativas. Desde el primer minuto, Fontajau se convirtió en una caldera, con cánticos, aplausos y gritos que resonaron sin cesar hasta el pitido final.
Cuando el partido terminó, con la victoria y la clasificación aseguradas, las jugadoras dieron una vuelta de honor por la pista. Fue un gesto sencillo, pero cargado de simbolismo. Las miradas de gratitud de las jugadoras hacia los aficionados y las sonrisas emocionadas en las gradas lo decían todo: ese triunfo era compartido. La pista y el público se habían convertido en una sola voz.
Este fenómeno no es casualidad, sino una constante en la historia reciente del club. La afición del Spar Girona no solo es fiel, sino también activa y comprometida. Construyen una atmósfera que intimida a los rivales y da fuerza a sus jugadoras. Cuando Fontajau ruge, el equipo se siente imparable, y esa energía se traduce en momentos inolvidables, como la remontada épica contra Perfumerías Avenida o las finales disputadas con un espíritu indomable.
El sexto jugador no es un concepto abstracto para el club; es una realidad tangible que se ve y se siente en cada partido. Con los años, Fontajau se ha consolidado como un templo del baloncesto femenino, un espacio donde las jugadoras saben que nunca estarán solas, pase lo que pase.
Más allá de los éxitos deportivos, esta conexión trasciende la pista. Es un ejemplo de cómo el deporte puede unir a una comunidad, generar orgullo colectivo y reforzar valores como el compromiso, el apoyo mutuo y la pasión compartida. Los aficionados del Spar Girona no solo celebran las victorias: son parte activa de ellas.
El camino en la EuroCup y los retos que quedan por delante serán, sin duda, intensos. Pero hay algo seguro: con Fontajau lleno y el sexto jugador a su lado, el Spar Girona siempre tendrá la fuerza necesaria para seguir luchando y soñando.